miércoles, 3 de noviembre de 2010

La vie est un songe.

Me asomé a la ventana… el viento soplaba sobre mi...

De pronto, una luz púrpura apaño mi visión... y me vi en medio de la nada…

Segundo a segundo, resonaba en mi memoria los chasquidos de cada gota que brotaba sobre las hojas terciopelo de la medianoche...

Embelesada por ese Lullaby, me deje llevar por la sombra efímera que me guiaba… a la vez que de cuanto en cuanto perdía la senda...

Termine recostada sobre el sofá... cerré los ojos, recreé un sueño perdido que en un Sábado de frio invierno se esfumo.

"...Los sueños vienen y van; se esfuman cuál perfume barato, sin embargo, la esencia permanece y algún día la hayas cuál torpeluza en alguna parte del closet."

(...) Había regresado con la misma intensidad con la que vino...

Aún recuerdo... me cubrió esa fría noche de relámpago y de estrellas eternas; tan utópico prometió quedarse en silencio.

Fueron días de vahío, por su ausencia...

Pero ahora, encaprichado quiso apoderarse de todo mi ser...

Se refugio de este ya congelado cuerpo desnudo que creía vanal toda sincronización onírica.

Al amanecer.... me invadió la necesidad de buscar entre esa empolvada biblioteca, aquel libro que en su final me llenaba de adrenalina por su confrontación del bien y el mal y de personajes fuera de lo común.

Volví a sentir...esa magia prodigiosa que se apodera de mi imaginación extravagante, convertida en palabras que mi memoria quiso pronunciar después de mucho tiempo...

…. Mi alma se alimentaba y mi corazón estaba extasiado ...

Vi una de esas películas francesas que no me canso de verla, Amélie... Y soñé con esa nube abstracta y empecé a capturar sonrisas perdidas en el vaivén de te quieros.

Después de largas horas llenas de melancolía, volví a sentir en el bus, esa brisa majestuosa de las 5:45pm que acariciaba mis mejillas y me liberaba de ataduras.

Caminé por aquel parque de ensueños y vagos recuerdos.

Tomé ese delicioso helado café y aprecie el Arte Cubista, después de unos minutos me senté al lado de un gato y le recité unos cuantos poemas del Realismo Mágico.

Uno de esos cuantos poemas que se me vinieron a la memoria fue el de Gabriela Mistral.

......................

Atardecer

Siento mi corazón en la dulzura

Fundirse como ceras:
son un óleo tardo
y no un vino mis venas,
y siento que mi vida se va huyendo
callada y dulce como la gacela.

...............

Toqué el terciopelo de mi vestido azul, visualice el cosmos con otras estrellas multicolor.

Al llegar a casa, encontré los poemas de Bécquer encima de mi cama los leí y me enamore cada segundo más del amor.

Desplegué todo el bálsamo aromático sobre mi habitación, después de ese intenso día cerré los ojos y descifré esa imagen enigmática que había permanecido por largas horas en mi memoria y escuche un eco llamado Libertad.

El ayer era tan sublime cuando llegaba en prosa... el presente es tan confuso… que no sé si mañana regara tinta nuevamente en esta hoja beige y de olor a vainilla.

Después de todo terminé con una sonrisa silenciosa y con la esperanza de la vida efímera...

Pero aún quedaba un sabor agridulce en mi paladar…

Y entonces recordé...

....Que siempre, en algún rincón surrealista habrá una melodía que hará sentir extasiada a tu alma. Hazla danzar en este

i-n-s-t-a-n-t-e.

Como esta... que me trajo hasta aquí...

comptine d'un autre été - yann tiersen