Cierro los ojos e invoco a la magia perdida, aquella que habitó por tanto tiempo en mí, y que ahora se ha esfumado como tantos de esos amores de verano.. que se van sin despedirse, se mantienen en secreto como aquellos de esos sollozos en silencio de las 4 y 25 de la madrugada, quedando solo la nostalgia abrumadora de sueños infinitos y promesas inconclusas.
Mis dedos se deslizan en las teclas... siento que toco el piano y cada palabra es una melodía que resuena en mi habitación; abro las ventanas...y la brisa cálida rosa mis gélidos labios y los estremece, en cada chasquido de gota aspiro una profunda melancolía que me asfixia, las luces tenues no me alumbran y me dejan en un rincón de la oscuridad, y yo camino de prisa queriéndolo atrapar y ya no está.
Estoy sola con mi violín, empapada de lluvia, mis zapatos de goma y con los bolsillos llenos de azúcar. Y a lo lejos reconozco tu perfume, tu voz aterciopelada, el tic tac de tu corazón sobre mi pecho...
...qué me queda si no es tu sonrisa que le ha dado felicidad a mi corazón.
SHHHH- era tu onomatopeya favorita-solías decir que hablaba mucho de filosofía y que no era de este planeta.
Y sabes algo? qué bueno que no vine contigo..que el bus del alba nos llevó por rumbos distintos, ahora sí tengo poesía en mis venas, no es a ti a quién dibujo en las noches de luna llena, ya no me asfixia tu ausencia y las nubes de algodón me regalan sonrisas.
Los ciegos ven el mundo mejor que vos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario