lunes, 18 de julio de 2011

Vértigo de sentimientos-

Hoy he llegado aquí
sin argumento alguno
sin café cargado
sin melancolía pura
sin melodías de Yann tiersen
sin rimas de Bécquer
sin aromas de jazmín
sin lluvias de Noviembre
sin pasos espontáneos
sin libros con olor a viejo
sin los labios húmedos
sin el delicioso postre de mi madre
sin palabras metafóricas
sin burbujas bicolor
sin el deleite de contemplar el ocaso
sin las mejillas ruborizadas.

¿Es acaso qué este vértigo de ultramares me haya traído hasta aquí?

Sólo sé que ahora estoy con el cabello desensortijado
con las pupilas dilatadas,
por aventurarme largas noches en libros de filosofía
con boletos de teatro caducados y recuerdos efímeros
con el rostro pálido y la mirada absorta
con mi álbum de plantas preferido
con largos pendientes de cristal
con mi grabador de captador de sonrisas
con los labios gélidos y el aliento a fruta madura
con el alma sutilizada y los pies congelados.



Cómo he llegado aquí-digo mientras recojo las piedritas que cayeron de mis bosillos-tal vez, haya sido por esas nubes grisáceas que contemple a las 3:45pm, o quizá la algarabía de la muchedumbre en el paradero a las 7:45 am, o el crujido de las hojas secas al llegar a mi casa, o los poemas recitados por mi profesor de Literatura a las 11:32am, quién sabe qué haya sido pero quise liberarme de las prisiones que me acarrean.

Soy una liberta más de la claustrofóbica ciudad gris, de personas que van de prisa, del ruido crispante de los claxon´s, de los colibríes melodiosos que moran a escondidas en el parque de mi casa.


Y mi alma yace desnuda, baila a la interperie de una azotea probablemente con otra ánima que busque sonrisas espontáneas, que en todo encuentre poesía, que crea en los sueños-de aquellos que se presentan un martes cualquiera-así resulten lejanos, que se embelese con el vacío, que contemple una pintura abstracta y el ocaso, que busque enamorarse del amor, que llore, que ría, que grite, que ignore la avaricia, que le agrade la filosofía, que disfrute del aroma de los cipreses, que vibre con una melodía.

y si no existe? seguiré siendo esa misántropa anónima que te sacará sonrisas cuando te sientas triste.

1 comentario:

  1. Hola, déjame decirte que me gustan mucho tus poemas y que tienes mucho talento para esto. Sigue así, tienes una seguidora más ;)

    Saludos.

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